El pasado lunes la Agencia Rusa Antidopaje, Russian Anti-Doping Agency (RUSADA) hizo pública la suspensión de la nadadora rusa Kristina Vershinina. Vershinina se enfrentó a una sanción de seis meses, la cual entró en vigor el pasado 3 de diciembre de 2018 y que fue impuesta por la Federación Rusa de Natación. Su sanción ya ha pasado y volvió a la competición el pasado fin de semana en la Copa Nacional Rusa de Natación en Obninsk donde se hizo con la victoria en los 200 estilos (2:18.98) y los 400 estilos (4:52.67).
La nadadora de 26 años ha competido a nivel internacional para Rusia. Su experiencia internacional incluye los Juegos Universitarios de 2017 (Universiada de Verano), donde finalizó novena en las semifinales de los 200 estilos femeninos. En 2018 terminó en sexta posición la misma prueba en los campeonatos rusos.
Su mejor marca personal de los 200 espalda es 2:11.68; en los 200 estilos, 2:14.90; y en los 400 estilos, 4:46.83 en piscina larga. El resto de sus mejores marcas personales datan de 2017 o años anteriores.
La RUSADA no ha revelado cuál fue la sustancia con la que dio positivo, pero la sanción de seis meses indica que el panel de dopaje de la Federación Rusa de Natación decidió que tenía una responsabilidad reducida debido a que dio positivo en un control y que se presentó un registro de ingestión accidental.
Vershinina es una de los cinco deportistas rusos que fueron suspendidos por la RUSADA el pasado lunes. Los otros cuatro deportistas son el esquiador de fondo Andrey Hischakov, la ciclista Ekaterina Golovastova, el jugador de hockey sobre hielo Alexander Titov y el jugador de rugby Dmitriy Gritsenko.
Dichas sanciones hechas públicas el pasado lunes salen a la luz tras otros dos incidentes relacionados con el dopaje.
El 2 de julio se hizo público que la primera ronda de la revisión del laboratorio de Moscú halló 300 posibles violaciones relacionadas con el dopaje. Según ese informe, de los 298 deportistas identificados hasta el momento sólo los resultados de 43 de ellos fueron enviados a sus respectivas federaciones internacionales. Aún no se han dado a conocer nombres específicos ni los deportes a los que pertenecen aquellos que han sido identificados. Además, la división de Inteligencia e Investigaciones (I&I) de la WADA ha comenzado un “programa de reanálisis dirigido” acerca de las muestras procedentes del laboratorio de Moscú.
Unos días más tarde, la WADA publicó un comunicado acerca de la Operación Viribus. A lo largo de la operación se incautaron 3,8 millones de sustancias de dopaje y medicinas por todo el mundo según una nota de prensa publicada por Europol, la policía europea. Dirigida por la Europol en coalición con la NAS Carabinieri italiana y la Unidad Financiera de la policía helena, la operación es la intervención más exhaustiva de todos los tiempos. Los cuerpos de policía italianos y griegos recibieron el apoyo de treinta y tres países, INTERPOL (International Police, la Policía Internacional), el Centro Común de Investigación (Joint Research Centre, JRC), la Oficina Europea Antifraude (European Anti-Fraud Office, OLAF), y la Agencia Mundial Antidopaje (WADA).
La operación se enfocó sobre todo en la lucha contra el comercio de una amplia gama de sustancias peligrosas, además del contrabando de suplementos deportivos ilícitos y el comercio ilegal de sustancias de dopaje.
Según Europol, la Operación Viribus también se enfocó en controles antidopaje realizados durante competiciones deportivas. Se realizó un total de 1.357 controles en algunos de los países volcados en esta operación. Estos controles incluyeron tanto análisis de orina como de sangre.
A raíz de la investigación de 2016, muchos deportistas rusos fueron vetados de competir en los Juegos Olímpicos de Río. En el momento, la investigación coloquialmente apodada “Informe McLaren” tras su redactor Richard McLaren, involucró a los nadadores Yuliya Efimova y Vladimir Morozov, quienes posteriormente recibieron el visto bueno para competir en Río.
Ese no fue el caso en los Juegos Paralímpicos. Rusia fue vetada de competir en los Juegos Paralímpicos de Río ya que el Comité Paralímpico Internacional (IPC) consideró que el Comité Paralímpico Ruso (RPC) no cumplió con las políticas establecidas.
Dado que los Juegos de 2020 están a la vuelta de la esquina, aquellos deportistas implicados en la Operación Viribus podrían enfrentarse a un sanción de la competición internacional en vísperas del año olímpico.