Hay veces que se ve bastante gente nadando en la parte que no cubre de una piscina o en cualquier otro espacio acuático con poca profundidad y al mismo tiempo podemos observar que en la parte profunda apenas hay nadadores.
Normalmente suele ser porque mucha gente que sabe nadar no tiene confianza suficiente para hacerlo en la parte que cubre. De hecho, de vez en cuando viene gente a mis cursos que sabe nadar, pero solo se atreve a hacerlo en la parte poco profunda. Veamos por qué.
Podemos encontrarnos con mucha gente que ha adquirido nociones básicas de natación y se desplaza por el agua de una forma muy rudimentaria. También gente que nada razonablemente pero no acaba de atreverse a nadar en la parte que le cubre, o si se atreve a hacerlo lo hace con mucha desconfianza o muy nerviosa. En consecuencia, lo hace cerca del bordillo o de algún elemento externo que le dé seguridad, por si acaso. Esta falta de confianza es un síntoma característico del miedo.
¿ Miedo a qué ? Miedo a que si ocurre algo y hay que parar durante el nado y quedarse flotando de pie, no sabe hacerlo. Como no sabe flotar de pie, no se atreve a nadar en zona profunda o nadará cerca del bordillo o de la corchera, por miedo a hundirse.
Aquí tenemos la causa: Miedo a hundirse al tener que quedarse flotando quieto y en posición vertical.
Las causas por las que hay mucha gente que no sabe flotar de pie son diversas. Pero, fundamentalmente, es porque o han recibido un deficiente aprendizaje en algún curso de natación o han intentado aprender (mal) por su cuenta.
La solución, evidentemente, está en aprender a flotar de pie. Aunque para conseguir total seguridad en uno mismo en el agua hay que adquirir un pleno dominio del medio acuático y eso es mucho más que limitarse a nadar y saber flotar de pie. Lo que está claro es que, si sabes nadar pero no sabes flotar de pie, no puedes (no debes) nadar en zona profunda.
Lo ideal sería aprender unos buenos fundamentos que te permitan nadar en varios estilos, flotar de todas las maneras posibles, saber respirar bien, etc. Además de practicar natación regularmente y tenerla como un hábito de vida. Sin embargo, aquí voy a hablar sólo de la flotación vertical. En realidad, debería hablar en plural ya que hay más de una forma de flotar de pie.
LAS FLOTACIONES VERTICALES
Todo el mundo conoce la flotación vertical por antonomasia. La típica flotación en la que nos quedamos flotando de pie con la cabeza fuera del agua ( la de toda la vida ). Pero hay más de una. Nosotros enseñamos dos tipos de flotaciones verticales además de la clásica. Dominando estas flotaciones desaparece el miedo a nadar en zona profunda para siempre.
A la flotación vertical con la cabeza fuera del agua la llamamos FLOTACIÓN VERTICAL DINÁMICA ( FVD ).
Las otras dos son poco conocidas pero muy prácticas y, desde el punto de vista energético o del esfuerzo, muy económicas:
Una es la FLOTACIÓN VERTICAL ESTÁTICA BÁSICA ( FVEB ) y la otra la FLOTACIÓN VERTICAL ESTÁTICA AVANZADA
( FVEA ).
A la primera, la llamamos FLOTACIÓN VERTICAL DINÁMICA ( FVD ) porque hay un movimiento de piernas y/o manos que es el que mantiene al cuerpo flotando constantemente de pie con la cabeza fuera del agua, evitando hundirla para así poder respirar.
Las FLOTACIONES VERTICALES ESTÁTICAS. Las llamamos así porque no necesitan ningún movimiento para mantenerse a flote en posición vertical. Con el consiguiente ahorro de energía. Con el control de la respiración y una colocación adecuada del cuerpo, se puede flotar de pie sin ningún problema y sin cansarte demasiado.
LA FVD
Ciñéndome a la FVD, sabemos que no es tan difícil flotar de pie ya que hay gente ( con poca experiencia pero sin miedo a hundirse y con cierta confianza en sí misma ) que es capaz de hacerlo de forma intuitiva. Sin ni siquiera haber recibido clases de natación.
Otros factores como el biotipo, también ayudan ( si tenemos un exceso de grasa corporal nos puede venir bien para flotar de pie ) pero vamos a intentar evitar que sean este tipo de factores los que nos permitan flotar de pie. Procuraremos aprender a flotar verticalmente, estar mínimamente en forma, o por lo menos, no excesivamente gorditos para poder flotar de pie igualmente.
Mover las piernas y las manos de forma intuitiva para mantenernos de pie no es difícil. El problema es, que generalmente, requiere de un gran gasto de energía sino dominamos la técnica o, dicho de otra forma, requiere de un gran esfuerzo y sabemos que en el agua, el ahorro de esfuerzo o energía es muy importante ( flotar de pie sabemos que cansa bastante sino sabemos hacerlo bien, y que, además, el cansancio lleva al agotamiento y el agotamiento físico en el agua es la antesala del pánico ).
Es relativamente fácil mantenernos de pie si no estamos cansados, pero si llevamos un rato nadando y de repente por cualquier motivo, tenemos que parar y flotar de pie, si no tienes una buena técnica de flotación vertical puede que lo pases mal, debido al esfuerzo extra que tendrás que hacer para mantenerte en esa posición sin hundir la cabeza.
El problema de hacer las cosas de forma intuitiva es que, generalmente, no sabemos cómo las estamos haciendo y, seguramente, estemos haciendo un gran esfuerzo. Es aquí, donde deberíamos pensar si nos compensa o no nadar de esta forma o sería mejor aprender como dios manda.
Para algo tenemos la técnica y si hay algo que resuelve en primera instancia la técnica es el ahorro de energía. Se trata de nadar con el mínimo esfuerzo. Esto incluye las flotaciones verticales.
Paso ahora, a explicar someramente cómo debemos flotar de pie, de una forma técnicamente correcta, con la cabeza fuera del agua.
Lo primero que debemos saber es que, si lo hacemos bien, podemos flotar de pie solo con el movimiento de las piernas, solo con las manos ( utilizar solo las manos no se suele hacer porque cansa bastante ) o con las piernas y las manos al mismo tiempo.
Veamos cómo se mueven las piernas y las manos.
– La técnica de las piernas:
La patada de braza.
Las piernas se pueden mover llevando a cabo una patada de braza en dirección al fondo. El problema es que esta patada no nos mantiene estables, debido al impulso que produce hacia arriba.
La patada alternativa.
Se asemeja a una patada de braza pero moviendo las piernas alternativamente. Como si estuviéramos sentados, la espalda vertical, con las rodillas flexionadas y las piernas delante ( flexión de cadera ) , abiertas, bastante separadas.
Primero se mueve una pierna y luego la otra como si estuviéramos batiendo el agua con los pies ( como haciendo círculos con las piernas, moviéndolas primero una y luego la otra de forma continua ). Los pies también se mueven un poco hacia fuera y hacia dentro ( girando un poco los tobillos ) y ligeramente flexionados.
Si sabes hacer una patada de braza correcta ( patada simultánea ) te será fácil hacer la patada alternativa.
Hay otras formas de mover las piernas para mantenernos verticalmente pero no son tan efectivas como la patada alternativa.
– La técnica de las manos:
Se pueden mover de varias formas. La típica es la que utilizan los waterpolistas o las nadadoras de sincro. Como haciendo ochos con las manos a un lado y a otro, siempre dentro del agua. Brazos semiflexionados. Las palmas de las manos miran un poco hacia a un lado y hacia abajo, moviéndose en el plano horizontal, como dibujando ochos en el agua.
Se pueden mover de forma simultánea o alternativa. Normalmente se suelen mover alternativamente.
Pero hay otra forma más sencilla de moverlas que también es efectiva:
Brazos semiflexionados, separados más allá de los hombros, las palmas de las manos mirando hacia abajo y ligeramente hacia afuera ( con respecto al torso ). Empujamos con las manos hacia abajo y un poco hacia fuera ( no es un movimiento vertical es curvilíneo, en parábola ), empujando o llevando las manos con fuerza hacia el fondo, de forma simultánea. Bajándolas y subiéndolas las dos a la vez ( hay que subirlas de canto, con las palmas de las manos mirándose ).
– Moviendo piernas y manos:
Moviendo piernas y manos al mismo tiempo. Las piernas de forma alternativa y las manos según hayamos elegido ( alternativa o simultánea ) podremos mantenernos flotando de pie con la cabeza fuera del agua.
Podemos mantenernos de pie solo con las piernas ( sin mover las manos ) pero hay que tener una buena técnica de patada y práctica para poder hacerlo.
De esta manera, aprendiendo la técnica de la FVD podremos nadar tranquilamente en zona profunda sin temor a detener el nado y colocarnos de pie en cualquier momento. Aunque si conocemos, también, las flotaciones vertical estática básica (FVEB) y la flotación vertical estática avanzada (FVEA) la seguridad será total.