Luego de una video conferencia solicitada por el responsable ejecutivo de la Federación de Natación de Australia (Swimming Australia), Leigh Russell, en un intento por detener la escalada entre la naciente Liga Internacional de Natación (ISL) y la Federación Internacional de Natación (FINA), esta última parece haber reculado.
En un comunicado oficial presentado por la FINA, la entidad que regula el deporte a nivel mundial anunció que desde su posición no se interpondrá en el desarrollo de la ISL, como había sugerido en diciembre pasado, pero con la aclaración actual de que los nadadores que intervengan en torneos de la Liga tampoco serán sancionados.
“FINA reconoce que los nadadores son libres de participar en competiciones o eventos presentados por organizadores independientes, es decir, entidades que no sean miembros de la FINA o no estén vinculadas por otra vía” aclara el comunicado. “Si un organizador independiente no obtiene o no pide autorización a la FINA, todos los resultados y/o récords de cada competición o evento no aprobados serán considerados nulos e ignorados por la FINA, y tampoco serán tenidos en cuenta más adelante bajo ningún concepto ni presentación posterior ante la FINA. Sin embargo, cada participación no será considerada como una desautorización en los términos que establecen las Reglas Generales de la FINA (GR4) ni será pasible de recibir sanciones por parte de la FINA.”
En otras palabras, la FINA no extenderá su lucha contra la ISL u otra organización similar que surja, pero no reconocerá los resultados ni los récords de los torneos de la ISL, salvo que los organizadores decidan acatar las reglas de la FINA y someterse a ella, algo que tendría que ser solicitado con 6 meses de anticipación. Según los propios líderes de la ISL reunidos en Londres en diciembre, las restricciones sobre el reconocimiento a los récords de los atletas no debería ser un obstáculo para la realización de la Liga, ya que el objetivo de los organizadores es que los nadadores se enfoquen en los puntos acumulados de cada certamen, no en los récords, inclusive no creen que los torneos deban ser cronometrados.
La decisión de la FINA de no sancionar a aquellos nadadores involucrados en torneos no aprobados por el ente mundial revierte la legislación de la natación de los últimos 30 años, siempre atada a amenazas de suspensión a los atletas que participaran de circuitos no avalados por la FINA.
Para acceder al comunicado completo de la FINA, se puede leer en inglés aquí
La palabra de los nadadores
Una de las voces consultadas por SwimSwam en las últimas horas es la del sudafricano Cameron van der Burgh, medallista olímpico dorado, recientemente retirado de la actividad, que estuvo presente en la cumbre de la ISL y se ha transformado en una de las voces que lidera la posición de los atletas en este conflicto con la FINA. Aunque se trate de un testimonio personal de Van der Burgh, que no responde en nombre de todos los nadadores o de una entidad que los agrupe, su sensación es la de una victoria de los atletas.
“Esta es una gran victoria, la primera de muchas más que tendrán los atletas y los organizadores ante el monopolio que detenta la FINA” afirma Van der Burgh. “Muchos nadadores fueron valientes y lograron mantenerse unidos contra la FINA, este resultado demuestra el poder que nosotros tenemos cuando estamos unidos. Esto confirma la necesidad de tener una asociación de nadadores para defender los derechos de los atletas y protegerse contra las organizaciones que los explotan. Creo que todos los nadadores deben colaborar y hacer un futuro mejor para nuestro deporte.”
El estadounidense Michael Andrew, uno de los llamados querellantes en la causa legal contra la FINA, se refirió al anuncio de la entidad como “una gran victoria para la natación.”
“Es grandioso saber que esta postura por la libertad del nadador no me quitará la posibilidad de seguir en el más alto nivel”, explica Andrew. “El cambio está aquí. ¡Este va a ser un año increíble! Estoy muy agradecido a la ISL y a toda nuestra familia de atletas profesionales que se han mantenido unidos, y esto significa que esta familia crece día a día.”
El comienzo del conflicto
La ISL tenía organizado para diciembre de 2018 un circuito de torneos que centraban su interés en los premios económicos para los atletas y en la convocatoria del público. Pero la FINA se amparó en una nueva interpretación de sus reglas para calificar el circuito de la ISL como una competencia internacional que requería aprobación de la propia FINA. Debido a los seis meses de antelación necesarios para solicitar un permiso de aprobación, el circuito fue esencialmente declarado fuera de toda legalidad para la FINA. Además, la entidad hizo circular un correo electrónico a todas sus federaciones afiliadas, en el que se refería específicamente a las sanciones a los atletas que compitieran en torneos no organizados por la FINA, una regla que prevee penas de hasta dos años fuera de competencia. El circuito de la ISL finalmente fue cancelado, pero tres nadadores firmaron una presentación judicial contra la FINA, similar a la demanda que también se había elevado contra la Unión Internacional de Patinaje sobre Hielo.