El último fin de semana fue especial para la natación argentina. No cayó un récord más en Recife.
Federico Diez Andersen, entrenador de Guido Buscaglia, detalló el camino hasta superar la plusmarca de José Meolans que tenía 15 años.
“Desde los 12 años aproximadamente comenzamos un largo camino”, inició su orientador en redes sociales, horas después del logro en el Campeonato Brasileño absoluto.
“Guido Buscaglia, desde los 15 años, vive solo en Mar del Plata. Su familia se mudó a Rosario por una oferta de trabajo. Pero él decidió quedarse. Junto a mí, junto a su equipo y junto a su club de barrio”, en referencia a Once Unidos de Mar del Plata.
“Inspirados en la enorme confianza mutua clasificamos a todos los torneos que existen, Sudamericanos, Panamericanos, Mundiales, Juegos Olímpicos de la Juventud. Hubo momentos inolvidables y momentos durísimos. Muchas veces al borde de pensar que estamos haciendo y para qué”.
“Este año 2023 Guido no podía nadar, no podía entrenar. En una concentración nos fuimos caminando al hotel buscando tranquilidad y entendiendo que estábamos en un momento difícil. Las becas no son suficientes, su trabajo no llegaba a cubrir sus expectativas de vida, su carrera universitaria y el curso de guardavidas le quitaban tiempo de entrenamiento. Leíste bien: Guido no es solo nadador, trabaja en el club, estudia en la facultad e hizo el curso de guardavidas.
¿Sabés por qué? Porque si mañana un tiempo no sale, una medalla no se sostiene, pierde todo el apoyo que tiene. Se derrumba el mundo. Y hay que estar preparado. Yo le hice una promesa si su mundo se cae, le doy mi trabajo de guardavidas para que nunca caiga más abajo”.
“Si Guido se cae no solo se rompe el, también se rompe su club y su equipo. Eso nunca lo voy a permitir. Crecimos en la improvisación pero sustentada en la alta capacitación y con mucho estudio de mi parte para estar a la altura de las circunstancias”.
Este 22″17 es la revancha de tanto trabajo, de tanta alegría y de tanta tristeza.
Este 22″17 es para nuestra familia, para nuestros amigos y para las personas que creyeron en nosotros. Es por todos los torneos que él viajó solo y por todos torneos que pagué hasta el último centavo de mi bolsillo para ir por fuera.
Estoy feliz hasta las lágrimas no por el RECORD ARGENTINO sino por haber tirado la pared que desde hace más de 10 años estamos golpeando. La pared cayó y del otro lado solo están los amigos y la familia. Paradójicamente los mismos de siempre.
Gracias de corazón.